sábado, 8 de octubre de 2011

FALTA DE CREDITO Y EL DESCREDITO DE LAS CAJAS



Todo negocio tiene la necesidad de poder hacer frente de forma inmediata a la posible insuficiencia de tesorería derivada de la actividad del negocio, cubriendo los desfases entre cobros y pagos.

Una póliza de crédito es una herramienta financiera, que nos permite obtener financiación de forma inmediata, consiguiendo así la liquidez que permite que el corazón de la empresa continue latiendo.

Se trata de un tipo de cuenta ligada a la cuenta corriente de la empresa, que le permite disponer de un capital determinado, por el que se pagará el tipo de interés pactado, en función del período de tiempo que se tarde en restituir esos fondos a la propia póliza.

Tras el estudio de los balances de la empresa por parte de la entidad bancaria, se procede a la apertura de la póliza generándose una comisión de apertura que suele rondar el 1% del capital concedido. Además se pagarán gastos de estudio, formalización, notario, se vinculará alguna tarjeta de crédito, se sugerirá la necesidad de contraer un seguro de vida,……Todo un esfuerzo por parte de quien solicita la póliza.

Normalmente, de forma trimestral se saldarán los intereses del capital dispuesto, interés que puede estar en torno al 5%. Además abonaremos una comisión aproximada al 0,1% del capital del que hemos podido disponer.

Pero debido a la situación actual, es muy posible que la empresa pueda haber excedido la cantidad pactada e incurrir en mora. Esta situación provocará el que deba pagar unos intereses sobre el capital excedido, posiblemente de un 20% o superior.

Hasta ahora, la utilización de esta herramienta era la que permitía a pymes y autónomos el poder desarrollar su actividad. Pero la suma de diferentes factores está haciendo que no se pueda acceder a ese crédito, provocando una sangría de bajas de actividad por parte de autónomos y el cierre de innumerables pequeñas empresas.

La mala gestión de nuestras cajas y bancos (en parte debida a la politización de las cajas y la falta de control), ha provocado que por falta de liquidez no se renueven las pólizas a su vencimiento y que mucho menos, se puedan firmar nuevas. El propio Instituto de Crédito Oficial (ICO), sólo está concediendo dos de cada cien créditos solicitados por autónomos.

Sumémosle la imposibilidad de poder cobrar deudas contraídas por la propia Administración, la caída del consumo, el coste de la energía, el aumento de la morosidad,....

Una de las grandes preocupaciones del gobierno que resulte del 20N, ha de ser la falta de crédito que sufren autónomos y pymes (verdaderos indignados silentes), que seguramente serán los que más contribuyan con su trabajo, a que podamos salir de esta crisis.

Seamos cautos a la hora de votar y pensemos si es útil o no, el votar a los mismos que contribuyeron a que la crisis se agravara (gobierno y oposición), o es necesario tomar la palabra para pedir otra forma de hacer política.

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